¿Te inquieta el pago de tu hipoteca? Así puedes hablar con tu banco para ajustar sus términos.
El Euríbor, que refleja el costo al que los bancos se prestan dinero entre sí en el sector financiero, ha experimentado un leve aumento, alcanzando el 3,914%. Este incremento podría llevar a algunos a considerar la renegociación de las condiciones de su hipoteca.
Existen dos formas de ajustar las condiciones de un préstamo hipotecario: mediante un contrato privado o una novación hipotecaria, según un comparador financiero.

Formas de renegociar la hipoteca
Un ejemplo común es el de alguien que contrató una hipoteca hace algunos años con condiciones que, en su momento, eran adecuadas. Con el tiempo, esa persona puede sentir que los nuevos préstamos son más asequibles o más convenientes, lo que le lleva a querer modificar su préstamo. No obstante, cualquier cambio debe ser aprobado por el banco.
Las dos opciones principales para renegociar son:
- Novación de hipoteca: Esta opción implica un acuerdo con el banco para modificar las condiciones del préstamo, lo que requiere formalizar las modificaciones ante notario. Este proceso es largo, ya que incluye la evaluación de la vivienda si es necesario, la aprobación por parte del departamento de riesgos del banco y la firma del acuerdo en dos visitas notariales.
- Contrato privado: Una alternativa más rápida, ya que no requiere tasar la vivienda ni acudir al notario. Consiste en negociar directamente con el banco para obtener una modificación en las condiciones, como cambiar la fecha de pago de las cuotas o eliminar alguna comisión. Sin embargo, los cambios suelen ser menores, ya que los bancos solo aceptan modificaciones de poca magnitud.
En cuanto a los costos, la novación conlleva una comisión por modificación de condiciones, que varía entre el 0% y el 1,5% del importe pendiente de pago, además de una posible tarifa por tasación si es solicitada por el banco. En el caso del contrato privado, también se podría aplicar una comisión según lo estipulado en el contrato original.
Condiciones que se pueden renegociar
Si se llega a un acuerdo con el banco, es posible modificar diversos aspectos del préstamo. Sin embargo, el banco no está obligado a aceptar las modificaciones y su decisión dependerá de varios factores, como las políticas internas, la solvencia del cliente y la situación económica general. Las principales condiciones que se pueden renegociar son:
- Precio: Esto incluye comisiones, tasas de interés y productos asociados. Si se eliminan productos adicionales y se reducen las comisiones, se pueden obtener pagos mensuales más bajos. Además, es posible cambiar de una hipoteca variable a una fija, lo cual resulta atractivo en un contexto de inflación alta.
- Capital: Si se necesita más dinero y es posible asumir las cuotas resultantes, se puede solicitar un aumento del importe del préstamo, por ejemplo, para financiar una reforma o proyecto relacionado con la vivienda.
- Plazo: Se puede acortar el plazo de amortización, lo que reducirá los intereses a largo plazo, o alargarlo para hacer las cuotas mensuales más asequibles. En este último caso, el préstamo debe estar completamente pagado antes de que el titular cumpla 75 años. También existe la posibilidad de solicitar un período de carencia en el pago de la hipoteca.
- Garantías: En situaciones como una separación o si se quiere convertir a uno de los cónyuges en el único propietario de la vivienda, se pueden renegociar las garantías y los titulares del préstamo.
