¿Reducir los tipos en abril o posponerlo hasta junio?

La gran incógnita es cuándo reducirá el Banco Central Europeo (BCE) los tipos de interés en la zona euro. Desde que el BCE subió los tipos en septiembre, la pregunta ha estado en la mente de ciudadanos, analistas e inversores. Esta serie de subidas comenzó en julio de 2022 como respuesta a la elevada inflación que azotaba Europa, una inflación que, aunque sigue en aumento, lo hace a un ritmo más controlado, acercándose al objetivo del BCE del 2%. Sin embargo, ¿es este freno a la inflación suficiente como para que el BCE empiece a suavizar su política monetaria? Las opiniones dentro del propio banco central están divididas.

En la reciente rueda de prensa posterior a la última reunión del Consejo de Gobierno, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, fue cautelosa y afirmó que aún era “prematuro” hablar de una reducción de los tipos de interés. Esta misma postura había adoptado en diciembre, aunque a principios de este mes sugirió que podría ocurrir una bajada en verano.

Sin embargo, algunos miembros del BCE ya han comenzado a tomar posiciones sobre cuándo sería conveniente iniciar el ajuste de los tipos. Entre los más conservadores, el gobernador del Banco de Letonia, Martins Kazaks, advirtió que sería un error reducir los tipos “demasiado pronto”, recordando que recortes prematuros podrían desencadenar un repunte de la inflación, lo que obligaría a un aumento más drástico de los tipos más adelante. Kazaks es uno de los llamados “halcones”, quienes favorecen políticas monetarias más estrictas para frenar la inflación.

En el lado opuesto, los llamados “palomas” se muestran más favorables a una relajación de la política monetaria. François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia, afirmó que no descartaría ninguna fecha para la bajada de tipos, ya que la inflación de la eurozona se encaminará hacia el 2% en un plazo máximo de un año. Las últimas proyecciones del BCE indican que la inflación podría llegar al 2,7% en 2024, descendiendo al 2,1% en 2025 y al 1,9% en 2026.

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Por su parte, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, destacó que los avances en la lucha contra la inflación pronto se reflejarán en la política monetaria, aunque sin establecer un calendario específico. En la misma línea, el gobernador del Banco de Portugal, Mário Centeno, quien también se considera una “paloma”, defendió una respuesta gradual, permitiendo a los actores económicos ajustarse a las decisiones tomadas.

El próximo encuentro del Consejo de Gobierno del BCE será el 7 de marzo, y las siguientes reuniones están previstas para el 11 de abril y el 6 de junio. Los mercados financieros anticipan que la primera bajada de tipos podría producirse en abril, aunque las expectativas sobre el inicio de los recortes se han moderado tras la última reunión.