El dato clave sobre la vivienda en España: desde 2010, el país acumula un déficit de 740.000 viviendas.

La vivienda se ha convertido en una de las mayores preocupaciones tanto para los ciudadanos como para los principales partidos políticos. Según la primera encuesta del CIS de este año, la preocupación por la vivienda ha alcanzado su nivel más alto desde 2008, destacándose como una de las principales inquietudes de la sociedad española.

En respuesta, tanto el Gobierno como el Partido Popular, principal partido de la oposición, han presentado diversas propuestas para abordar la crisis habitacional. Aunque las soluciones propuestas difieren, ambos coinciden en el diagnóstico, respaldado también por el sector inmobiliario: en España, existe una necesidad urgente de aumentar el número de viviendas disponibles, ya que el déficit alcanza varios cientos de miles.

Desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, España enfrenta un notable desequilibrio en el mercado de la vivienda: el número de nuevos hogares supera sistemáticamente al de viviendas terminadas. Este desfase ha generado un déficit acumulado de 740.000 viviendas entre 2010 y 2024, lo que ha contribuido al aumento de los precios residenciales.

De acuerdo con datos del INE y el MIVAU, analizados por Asprima, en los últimos 14 años se han creado 1.936.681 nuevos hogares en términos netos, frente a solo 1.195.051 viviendas terminadas. Esto deja una brecha de más de 741.000 unidades, reflejando un problema estructural que se ha acentuado especialmente tras la pandemia, debido al incremento de la demanda tanto nacional como extranjera.

En los últimos cuatro años, el ritmo de creación de hogares ha promediado 182.300 anuales, mientras que solo 84.400 viviendas se han finalizado cada año, dejando un desfase anual cercano a las 100.000 unidades. Aunque en los trimestres recientes se ha reducido la distancia entre los hogares generados y las viviendas terminadas, el impacto acumulado sigue siendo significativo y continuará condicionando el mercado en los próximos años.

Las proyecciones tampoco son alentadoras. Según el INE, España podría sumar 3,7 millones de nuevos hogares en los próximos 15 años, superando con creces la oferta prevista de viviendas. Aunque los visados de nueva construcción han aumentado en los últimos meses, alcanzando cifras cercanas a las 130.000 unidades en 2024, este ritmo no será suficiente para cubrir la creciente demanda.

La falta de sincronización entre los procesos de urbanización y las necesidades del mercado, junto con la lentitud en el desarrollo de suelo, agravan el problema. Expertos como Jorge Ginés, de Asprima, señalan que esta situación requiere ajustes significativos para garantizar que la oferta de vivienda pueda atender adecuadamente la demanda en el futuro.